- Tribunales El vídeo del cura Marcelino ante la juez: "Tuve un pasado que me persigue como un estigma, ser secretario" del "pederasta" Marcial Maciel
- Tribunales La jueza califica de "muy graves" las presuntas agresiones sexuales del padre Marcelino contra cinco niñas de seis años en "una parte secreta del patio" del colegio de La Moraleja
El atestado policial del caso del cura Marcelino de Andrés, de 57 años, detenido por cinco agresiones sexuales a niñas de primaria de seis años en el exclusivo colegio Highlands El Encinar (Madrid), revela que varias de las menores relataron a dos profesoras del centro que el padre "las tocaba", pero estas no le delataron. Aseguran los padres de estas menores que ambas docentes, tutoras de primaria, contestaron a las pequeñas que "no pasaba nada", que no podían tocar "sus zonas íntimas" y que nunca se podían quedar solas. Las dos profesoras han sido citadas para declarar por la UFAM (Unidad de la Familia y Mujer) de la Policía Nacional que investiga el caso.
Los padres de cinco niñas denunciaron ante la Policía las agresiones sexuales sufridas por sus hijas y el pasado jueves 6 de marzo, la Policía Nacional detuvo al sacerdote del colegio en la residencia de Aravaca de Los Legionarios de Cristo. Se le requisó el teléfono móvil, un ordenador portátil, tres discos duros, cuatro pendrive y varias tarjetas. El cura quedó en libertad con cargos, pese a que la Fiscalía pidió su ingreso en prisión.
El arrestado había sido secretario personal de Marcial Maciel -fundador de la congregación religiosa de los Legionarios de Cristo-, que también fue acusado de cometer abusos sexuales por varios miembros de la congregación y estudiantes. El Vaticano llegó a admitir en 2010 que Maciel "tuvo una vida sin escrúpulos", y que "cometió comportamientos gravísimos y objetivamente inmorales confirmados por testimonios incontrovertibles".
El director del Highlands School El Encinar emitió un comunicado el viernes 7 de marzo, indicando que no tenía antecedentes cuando llegó al centro en septiembre de 2022. "Nunca habíamos recibido una denuncia contra él. Y afirmó tajantemente que ni en nuestro colegio ni en ningún otro del Regnum Christi en España hay ningún sacerdote acusado o con antecedentes de estos delitos", subrayó Delgado.
Sin embargo, varias familias que llevan a sus hijos al centro han asegurado a la Policía Nacional que protestaron cuando el padre Marcelino llegó al colegio privado El Encinar al conocer su pasado. Además, han señalado que hasta ocho familias llegaron a marcharse y que algunos progenitores prohibían a sus hijos acercarse al sacerdote que se encargaba de impartir las clases de catequesis, servir de apoyo en religión, preparar las comuniones y vigilar el patio durante el recreo y atender el comedor escolar. También circuló un rumor en el colegio en el que se indicaba que venía de otro centro donde había sido expulsado. Pese a todo, el centro escolar decidió mantenerlo. A raíz del revuelo originado, el propio padre Marcelino explicó en un grupo de WhatsApp de padres del colegio que eso "formaba parte de su pasado" y el centro aclaró en su día que "se trataba de bulos hacia el padre Marcelino, que habían iniciado una investigación y todo estaba correcto".
El pasado 10 de marzo, el director del colegio, Jesús María Delgado, se reunió con las familias y los profesores y admitió que había sido un error mantener en el cargo al padre Marcelino y reconoció que continuó por su voluntad. También apuntó que el cura Marcelino fue reprendido en varias ocasiones por quedarse solo con las menores, algo que va en contra del propio reglamento del colegio.
Algunos de los padres han relatado a la Policía Nacional que se extrañaron cuando sus hijas empezaron a decir hace un mes que no querían entrar al colegio por la puerta donde se encontraba el padre Marcelino. También han contado que desde la pasada Navidad las niñas empezaron a tener comportamientos extraños, dormían mal, no querían estar a solas y decían que tenían dolores en sus zonas íntimas. Ahora, dicen, "todo nos encaja".
Las pequeñas han relatado a sus padres que eran conducidas a la fuerza por el cura hasta un cuarto secreto o un baño donde las obligaba a bajarse los pantalones y luego las tocaba, según consta en el atestado policial. "El padre Marcelino nos baja del todo los pantalones y las braguitas hasta abajo y no quiero que me haga eso", contó una de las niñas a sus padres. Luego, el cura les introducía el dedo en la vagina, a tenor del relato de las menores. Una de las menores contó: "Que ella no quiere que le haga eso" y que si intentan irse, el padre Marcelino les chista y les dice "¿dónde vas? Ven aquí".
Otra de las pequeñas narró a sus progenitores que le decían al padre que no le gustaba lo que hacía, "pero le daba igual". Las niñas también han explicado que el padre Marcelino les regalaba cintas y caramelos y les pintaba caritas en los dedos de las manos. Los padres de las menores han subrayado ante los agentes que sus hijas "no se han podido inventar este relato".
El sacerdote implicado ha negado los hechos. Asegura que está en shock por lo ocurrido. "Le he dado mil vueltas. No encuentro un porqué. Tuve un pasado que me persigue como un estigma: ser secretario del fundador de nuestra congregación [Los Legionarios de Cristo] que resultó ser un pederasta y sé que eso que está en el pasado con cierta frecuencia, vuelve", ha justificado.
La defensa del detenido ha puesto de manifiesto que su cliente está colaborando con los agentes autorizando el registro de su domicilio, facilitando la clave de su móvil y consintiendo en la toma de muestras de ADN. También explica que no existe riesgo de fuga al ser español y tener arraigo en España, en concreto, en Segovia, donde residen sus padres. «Tengo a mis padres en Segovia. Mi madre tiene 84. Mi padre, 90. Tiene un cáncer diagnosticado después de la pandemia, mi deseo es volver a Segovia», indicó el cura tras su declaración ante el juez.
Los Legionarios de Cristo han iniciado también la investigación canónica impulsada por el director territorial de la orden. Se trata de un proceso paralelo al de la justicia ordinaria, que sigue el derecho canónico y dentro del cual también se le han impuesto ya medidas provisionales que incluyen apartarlo de todas sus funciones, tomarse fotos con niños y publicarlas en redes sociales y recomendación de recibir apoyo psicológico.
Señala la juez de instrucción número 7 de Marid que dada "la gravedad de los hechos apuntados y la corta edad de las menores y el estado embrionario de la instrucción es necesario la práctica de numerosas diligencias de instrucción con intervención de profesionales especializados (exploración de las menores con intervención de psicólogos de Instituto de Medicina Legal) y la declaración de testigos (se ha referido haber contado lo sucedido a dos profesoras) a fin de corroborar lo apuntado por las niñas".
Asimismo, varios antiguos alumnos de la promoción de 2023 del colegio Highlands School El Encinar han publicado una carta de apoyo al centro educativo. Los exalumnos señalan su «total apoyo a las familias afectadas» y reconocen la «falta de precaución» y la «gravedad de las denuncias». Sin embargo, defienden los valores que, según ellos, caracterizan al centro: «Somos fieles defensores de que lo acontecido no representa la educación que imparte el colegio», señalan.